sábado, 29 de marzo de 2014

NO... ¡Tú eres el Mirrey!

En esta ocasión decidí ponerles un ejemplo bastante popular sobre la ideología YOLO mezclada con otras modas que han tenido gran auge en los últimos tiempos.

Pues como ya se habrán imaginado, hoy les hablaré de los "Mirreyes" y de las "Lobukis".

Aquí les dejo un artículo que me pareció bastante interesante y divertido para contextualizarlos sobre este fenómeno. 

Los mirreyes son chicos que antes se consideraban  como los Jr. o los hijos de papi, solo que este nuevo nombre es debido a que son chicos consentidos que obtienen todo lo que quieren y se la viven  gastando  dinero, podemos decir que es una evolución del metrosexual, mezclado con un chico de clase acomodada. Su contraparte femenina es llamada Lobuki, pero es posible escuchar términos como lobsters, lobas, lobeibis, lobeznas, todas las palabras nacen de una: Loba.


En cuanto la moda, es algo clásico, hay que resaltar que son conocedores de lujo por excelencia, y gustan de vestir prendas exclusivas así tipo Polo, YSL, High End, Gucci, entre otras  y para aclarares necesario saber que NO es regla que sean guapos, ya que los feos con dinero también están en esta categoría. Los veras bajando de hermosos carros ultimo modelo para entrar al antruki con camisas desabrochadas para enseñar el pecho, mostrando la hebilla del cinturón y ojo, no son muy fans de usar jeans pues prefieren lindos pantalones de vestir.

En cambio las chicas lobukis, lucen su look antrero siempre, podría suponer que tienen resistencia sobre humana para el frio  y es en serio, pues en pleno invierno  es posible que las encuentres con los tacones de aguja, su minifalda  pegadita, un super top…. y nada mas. Estas chicas siempre visten lo ultimo y si  resumimos su estilo en tres palabras serian: super chic fashion. 

Nota: El sello de reconocimiento en sus fotografías la famosa duckface que por un tiempo solo usaban las chicas junto con una toma en picada para verse mas esbeltas, y tanto los mirreyes como lobukis los usan indiscriminadamente.



Gustan de beber champagne, a la cual le dicen Champu y esta tiene que ser de preferencia marca Moet, su vocabulario es tipo spanglish pero con más onda . Entre su vocabulario a usar favorito podemos encontrar las siguientes frases:

-Papahw (como suelen llamarse entre ellos, que proviene de la deformación de la palabra papá, y el acento fresa de antaño)

-No, tú eres el mirrey (uno elevando el ego a otro pues ser mirrey, es todo un privilegio)
-Daddy paga (dando la american express de papa)
-Vamos al antruki/fiestuki (agregar la sigla ki al final para dar estilo, no hay otra explicación)


Toda esta moda nace en el bajo mundo de Tumblr en el 2011, con un blog llamado el mirrreybook  donde la gente en un principio mandaba la foto en un tono de burla hacia este sector social, pero posteriormente tuvo una buena acogida y hoy te puedes encontrar las fotos de sus vacaciones,  de sus automóviles de lujo, su Moet, lobukis y de ellos mismos con su duckface. En resumen estos chicos viven la pura buena onda gastando dinero, siendo rebeldes y felices solo esperemos que les dure para…. ¡¡Más Moet papahw!!


Seguramente en algún momento hemos conocido a un Mirrey, a una Lobuki, o a un pseudo Mirrey o pseudo Lobuki. ¿Qué tienen que ver con el YOLO? Pues resulta que estos distinguidos personajes, también llevan una vida en donde la diversión y los excesos se viven de manera intensa. Como ya se mencionó con anterioridad, aparentemente estas personas cuentan con los recursos económicos necesarios para irse de fiesta a cualquier país del mundo, darse el lujo que quieran y vivir al límite cada día de sus existencias. También parece ser, que hay muchos aficionados que los admiran tanto que lo que buscan es ser idénticos a ellos. 

Con este punto quería abrir la perspectiva sobre el "YOLO"; no sólo se trata de una expresión, sino que es un estilo de vida cuya ideología se ve en otros fenómenos que aunque reciban diferentes nombres, en esencia persiguen el mismo fin y pueden traer las mismas repercusiones en la vida de las personas que no actúan de manera responsable.

¿Qué otro fenómeno conocen que podría tener una perspectiva YOLO?


Referencia:

Cultura pop, los Mirreyes y Lobukis "papahw". (10 de Mayo de 2013). Recuperado el 29 de Marzo de 2014, de ARTES9: http://artes9.com/2013/05/10/cultura-pop-los-mirreyes-y-lobukis-papahw/

domingo, 23 de marzo de 2014

Hijo de tigre pintito... ¿O cómo era?

"Seguramente... Sus papás ni le hacen caso" 
"Sus papás le han de dar el mismo ejemplo"


La pregunta del día de hoy es, ¿qué tan malo es que no exista comunicación entre los jóvenes y sus padres?

¿A caso este aspecto tendrá influencia en su tendencia YOLO excesiva que en algunos casos puede llegar a la total imprudencia?

A continuación les dejo unos puntos de un artículo que encontré.

LAS RAZONES DE LOS SILENCIOS DE LOS HIJOS

“No me entienden”

Muchos jóvenes están convencidos de que sus padres son incapaces de ponerse en su piel y no entenderían lo que pasa por su cabeza o lo que sienten. 


“Se enfadan” 

Con frecuencia los hijos no cuentan cosas porque piensan que serán sancionados por ello o que les impondrán prohibiciones y les recortarán libertades. Muchos ven en el silencio una salida para no tener que escuchar broncas ni sermones o ser sometidos a un interrogatorio.

“Por vergüenza”

Algunos jóvenes prefieren no compartir conductas o sentimientos con sus padres por temor a ser ridiculizados, por pudor y falta de confianza, o porque no quieren ser juzgados por ellos.

“No me toman en serio”

Otra de las razones aducidas por los jóvenes para no hablar de su vida privada es que sus padres restan importancia a sus emociones, le responden con que no piense en tonterías o que todavía es muy pequeño.

“Para que no se ­entrometan”

Algunos hijos levantan barreras de privacidad porque quieren hacer cosas por ellos mismos o para evitar que sus padres se apresuren a ofrecer una solución a sus problemas, hagan críticas precipitadas a sus decisiones, o intervengan en los conflictos o relaciones con sus amigos.

“Son unos indiscretos” 

La falta de discreción de los padres es otra de las razones que aducen los jóvenes para no confiarles cuestiones que consideran íntimas o privadas. Hay padres que no dan relevancia a la intimidad de sus hijos y comentan las confidencias que les han hecho con otros miembros de la familia, con compañeros del trabajo, con amigos.

“Para no preocuparles”

A veces los silencios de los hijos son un intento de proteger a los padres de un disgusto, bien porque se sienten culpables de haber hecho algo que no debían, bien porque los ven frágiles o estresados. Esta es la razón aducida a menudo para no hablar sobre las nuevas parejas de los padres separados. A veces también ocultan sus propias tristezas o las discusiones con los amigos “para no causarles pena”.

“Para no decepcionarles”

Hay jóvenes que no cuentan a sus padres todos aquellos aspectos de su vida que puedan enturbiar el concepto que tienen de ellos, la imagen de hijo idílico, responsable o decidido.

“No tengo confianza”

Hay chicos que consideran que la comunicación con sus padres está restringida a los grandes problemas y los grandes discursos y no tienen confianza para hablar de lo que consideran intrascendente.



 LAS RAZONES POR LAS QUE CALLAN LOS PADRES

“Para no preocuparles” 

El sentido de protección lleva a muchos padres a silenciar todos aquellos problemas, deudas, enfermedades o asuntos que consideran que pueden causar sufrimiento a los hijos.


“Es mi intimidad”

Muchos padres no hablan a sus hijos de la parte de su vida que no comparten con ellos o que no les atañe directamente. Pueden ser cuestiones laborales, sentimentales, enfermedades.


“No son temas adecuados a su edad”

Hay temas que padres y madres no comentan con sus hijos convencidos de que no los comprenderán o porque consideran que no son adecuados para su educación o para las convicciones ideológicas y culturales que tratan de transmitirles. En unos casos pueden ser problemas legales, de pareja, de trabajo, conflictos familiares.


“Para no transmitirles inseguridad”

 Hay padres que silencian sus miedos, preocupaciones o debilidades para no transmitir inseguridad y que no tienen el control absoluto de sus vidas.


“Por su indiscreción”

A veces los padres callan algunas cuestiones porque temen que los hijos hablen de ello fuera de casa y quieren proteger su imagen o la de la familia.


“Por temor a no ser un buen ejemplo”

Con frecuencia padres y madres callan cosas que consideran vergonzantes, sus fracasos o sus gamberradas de juventud por temor a no ser un buen ejemplo para sus hijos o para evitar que estos las utilicen para justificar sus propias malas conductas.


"Para no crear mal ­ambiente”

Muchos silencios relacionados con los problemas de pareja o con conflictos familiares buscan eludir tensiones añadidas con los hijos.


“Para no lastrar sus relaciones”

Hay padres y madres que se callan problemas familiares o conflictos con amigos para no influir en los posicionamientos de los hijos.




En una entrada anterior, hablábamos sobre la importancia del apoyo familiar. Mencionamos que el adolescente está en un proceso que lo llevará a formar su identidad, en el cual está afrontando múltiples cambios físicos y psicológicos que también conllevan efectos en su vida social. Los padres pasan a segundo término y son sus amistades quienes toman un papel fundamental y trascendental en sus vidas.

Una completa falta de comunicación entre padres e hijos sólo llevará al adolescente a presentar conductas de riesgo que pueden alterar de manera importante tanto su bienestar personal, como el bienestar familiar. 

Es importante NO GENERALIZAR. Es decir, si se está viendo que un adolescente o un joven está presentando ciertas conductas que implican un riesgo tanto para sí mismo, como para los demás, sería poco objetivo que desde un principio se culpara directamente a los padres. Como siempre, cada caso tendrá sus propias causas y mostrará ciertas variaciones; No hay que dejar de lado el hecho de que si un adolescente o un joven siente que cuenta con el apoyo incondicional de sus padres y se genera un ambiente de confianza, podrían evitarse ciertos problemas que en muchas ocasiones se llevan a cabo por la falta de comunicación.

En esta época, es muy difícil que ambos padres puedan estar al pendiente las 24 horas del día de sus hijos y si fuera así, tampoco sería del todo benéfico porque el hecho de sobre-proteger a la descendencia tampoco es una buena medida. Sin embargo, yo estoy a favor de que los padres hablen con sus hijos de manera clara, explicándoles que sus actos conllevan siempre a producir consecuencias que ellos mismos tendrán que afrontar, tanto positivas como negativas. Es importante que permitan que sus hijos formen su propio criterio y se hagan responsables de sus actos y entonces, quizás muchas de las conductas que se hacían por simple rebeldía o en algunas ocasiones para llamar la atención, disminuyan.

Otro aspecto importante es el hecho de que no le puedes pedir a tu hijo algo que tú como padre no estás haciendo. 


Sería bastante confuso para el adolescente o joven, que sus padres le estuvieran dando una clase de ejemplo y a la vez le pidieran que hiciera algo completamente diferente. Considero que es muy importante la congruencia entre lo que se dice y lo que se hace. Aunque los padres lleven a cabo discursos filosóficos de miles de horas, no funcionará de nada si llegan a sus casas alcoholizados y drogados.

El objetivo en este caso no es juzgar a los padres, sino aclarar que hay ciertas cosas que se pueden prevenir con el simple hecho de mantener una buena comunicación. Si ya en algún momento se les brindó educación y un ejemplo congruente, la responsabilidad ya recae en cada uno de los jóvenes que está decidiendo cuál es el rumbo que quieren para su vida. 

Referencia:
Rius, M. (10 de Enero de 2014). La falta de comunicación entre padres e hijos. Recuperado el 23 de Marzo de 2014, de La Vanguardia: http://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20140110/54397962320/la-falta-de-comunicacion-entre-padres-e-hijos.html


domingo, 16 de marzo de 2014

Vivir rápido, morir joven y dejar un bello cadáver.

Para esta entrada utilizaré una frase que en algún momento una persona cercana a mí al pasar por un momento de múltiples crisis, me dijo con toda la tranquilidad y seriedad del mundo: "Quiero vivir rápido y morir joven".

Sinceramente, en ese momento no tuve una reflexión muy certera sobre todo lo que podría haber detrás de ese "pequeño comentario"; pero en esta ocasión me puse a investigar un poco acerca del tema y encontré el trasfondo de aquella frase.

¿Saben lo que es el club de los 27?



Me encontré con un artículo de la Revista Muy Interesante, que define al Club de los 27 y se los mostraré a continuación:
"Grupo de músicos que comparten una singularidad: haber muerto a los 27 años. No obstante, esta no es la única premisa que deben cumplir los miembros del selecto Club 27, ya que para ingresar en él, su fallecimiento tuvo que deberse a un exceso de drogas o alcohol, de ambas cosas o a un suicidio. Sus cinco integrantes más célebres son Jim Morrison, de la banda The Doors; Kurt Cobain, de Nirvana; Brian Jones, de los  Rolling Stones; Janis Joplin; y Jimi Hendrix. Aparte de que tuvieron una indiscutible incidencia en la historia de la música, todos estos artistas se vieron inmersos en el mundo de las drogas -peyote, LSD, heroína, cocaína-, que les arrastró hacia un final trágico. Ahora la trágica muerte de una de las voces blancas más potentes de los últimos tiempos, la célebre Amy Winehouse, ha creado un nuevo halo de misterio alrededor de este selecto y macabro club."

Ahora, ¿será que este "fenómeno" haya pasado desapercibido por todos sus fieles seguidores?

¿Qué harías tú si fueras un adolescente y tu super ídolo de repente se muriera a causa de las drogas o del suicidio?

Como en todo, es IMPOSIBLE GENERALIZAR. Quizás para muchos adolescentes o jóvenes este fenómeno pasó inadvertido y lo tomaron como "ekis". ¿Qué pasaría si alguien que idolatrara de manera excesiva a estos artistas siguiera su ejemplo, a tal grado de no pensar en las repercusiones que podrían existir en su vida?

Y no estoy hablando de que siguieran el mismo patrón de conducta y se quieran matar a los 27 años. Pero bien sabemos que el fanatismo en algunas ocasiones puede motivar a las personas a llevar a cabo cosas a un grado muy extremo.

Quizás estos ejemplos le podrían dar un mensaje a algún adolescente de: "DROGARSE ESTÁ COOL"; y posiblemente si lo mezclamos con el típico pensamiento de omnipotencia que usualmente tiene una alta incidencia en la adolescencia de "A MÍ NO ME VA A PASAR", se llegue a un resultado catastrófico. 

Esto no sólo puede pasar con el "Club de los 27", también pueden ser todos los ejemplos que se muestran en películas, series, programas de televisión, donde los populares son aquellos que siempre hacen las grandes fiestas en sus casas y tienen conductas arriesgadas, donde vivir el momento al límite sin pensar en nada más es lo mejor que te puede pasar.

¿Reconoces algo de esto?







Y así podría poner muchos más ejemplos en los que hemos sido bombardeados por esta ideología YOLO extremista, donde de manera mágica todo siempre sale "bien" al final del día y nunca se tienen problemas serios.

Quizás muchos de nosotros podamos ver estas 5 películas millones de veces y no por eso nos vamos a ir a drogar y a tomar sin control hasta perder por completo el conocimiento. Sin embargo, ¿qué pasa con esas personas que su identidad está a penas en construcción, que no tienen claros ejemplos a seguir ni apoyo de sus padres o maestros que los puedan guiar de buena manera?

En esta entrada sólo aborde la influencia que podría existir desde una figura pública en el ámbito de cine, música y televisión. Sin embargo, NO es el único factor de influencia. 






¿Qué tanto peso podrán tener estos ejemplos en la juventud?


Referencias:
Ormaechea, A. (26 de Julio de 2011). ¿Qué es el Club de los 27? Recuperado el 16 de Marzo de 2014, de Muy Interesante:http://www.muyinteresante.es/historia/preguntas-respuestas/amy-winehouse-kurt-cobain-ique-es-el-club-de-los-27

sábado, 8 de marzo de 2014

Adultescentes, adultescentes everywhere.

Hoy les contaré la historia del sujeto "X". Para el sujeto "X" siempre hay una buena razón por la cual se le ocurre hacer ruido extremadamente alto a las 4:00/5:00 a.m. sin preocupación o culpa alguna. Es una persona que no respeta las reglas que se imponen en sociedad, que cualquier día es un buen momento para llegar alcoholizado y con múltiples compañías y seguir en el desenfrene total y completo. ¿Es un adolescente? ¿Es a caso uno de esos jóvenes que tacha la sociedad de rebeldes, fiesteros, irrespetuosos o irresponsables? No, es un "adulto" de aproximadamente 45 años, que al parecer es un ejemplo muy claro de la ideología YOLO aplicada en un extremo muy intenso y poco reflexivo, en el cual, no considera que sus actos afectan a terceras personas y que el pretexto de "vivir el momento" quizás está llegando a un nivel muy complejo.


Es por eso que al estar inspirada por este ejemplo en el cual "cualquier parecido con la vida real, es mera coincidencia", he tomado la decisión de hacer una pequeña investigación sobre el tema; ¿qué es lo que realmente está pasando que lleva a personas "adultas" a regresar a una etapa anterior de su vida y a comportarse de una manera sumamente juvenil y desenfrenada, buscando verse, sentirse y comportarse como un adolescente?

La muy famosa... Crisis de los 40 años.


Les comparto un artículo que me dejó muy claro una posible respuesta a lo que está ocurriendo realmente.


Los ocho indicadores de la crisis de la mediana edad en hombres





Cambios de apariencia
Es posible que un hombre cuya idea de hacer compras es visitar la tienda de una cadena una vez al año de repente se interese por la moda. Algunos se paran frente al espejo durante mucho tiempo luciendo prendas para personas más jóvenes e inspeccionan su cuerpo buscando nuevos músculos luego de haber iniciado una rutina de ejercicios compulsiva en el gimnasio. Otros también cambian su peinado o el color de su cabello.

Comportamiento adolescente
En algunos casos, los hombres retoman antiguos intereses y se involucran en actividades de jóvenes, como escuchar música contemporánea y visitar sitios de moda. Un hombre que solía preferir estar en casa de repente quiere salir de fiesta. Asimismo, domina la última tecnología en comunicaciones, como los mensajes de texto y el correo electrónico, en especial si está teniendo un romance.

Depresión
Otra bandera que indica la crisis de la mediana edad es la pérdida de interés en las personas que forman parte de su vida. La falta de impulso sexual hacia su pareja puede indicar la existencia de un romance, de depresión o de sentimientos de inseguridad con respecto a su rendimiento sexual. Es posible que el hombre duerma más, coma menos y se encuentre abatido y obsesionado con la muerte.

Falta de interés en la familia
Algunos hombres pierden el interés en su familia y las mujeres en su vida y abandonan la comunicación con ellas. Parecen estar desconectados y distantes.

Decisiones impulsivas
Los hombres que atraviesan la crisis de la mediana edad toman decisiones importantes en forma repentina, a menudo sin consultar a su pareja. Es posible que decidan vender la casa, renunciar al empleo, mudarse o solicitar el divorcio. Hablan acerca de efectuar cambios significativos en su vida, como realizar adquisiciones importantes o embarcarse en nuevos pasatiempos, porque se sienten infelices. Dichos cambios parecen deberse a su descontento y la sensación de que se les está acabando el tiempo.

Aumento en el consumo de alcohol
Cuando los hombres comienzan a tomar más, es posible que estén intentando revivir su juventud. La depresión y el estrés también pueden provocar un aumento en el consumo de alcohol.

Nostalgia
Es posible que un hombre se obsesione con su juventud y sus amores pasados y fantasee con el "qué hubiera pasado" con respecto a sus antiguas relaciones.

Infidelidad
Es posible que los hombres comiencen a mirar más al resto de las mujeres para compensar la disminución en su sensación de virilidad, aunque permanezcan fieles a su pareja. Los hombres que atraviesan la crisis de mediana edad se sienten atraídos por mujeres que no solían ser su tipo, jóvenes y atractivas. Algunos son infieles para validar su masculinidad. 


Ahora la pregunta será... ¿Sólo le pasa esto a los hombres? ¿Por qué les pasa? ¿Todos están destinados a comportarse de la misma manera?

¿Inconscientemente estarán entrando en la actitud YOLO?, ¿Entonces el YOLO no sólo es aplicable a los adolescentes o jóvenes?

Considero que este es un tema un poco difícil ya que tengo entendido que tanto hombres como mujeres, a lo largo de nuestra vida pasamos por múltiples crisis.

¿Qué tan malo sería entonces pasar por situaciones que lleven a formarse una nueva perspectiva de su propia existencia? ¿A caso la edad es un factor limitante para que una persona no pueda aprovechar su vida y disfrutarla al máximo?

Mi opinión es: no es un pecado ni un problema darse cuenta a cierta edad que quizás hay ciertos aspectos de la vida que en etapas anteriores no pudieron resolver y deciden retomarlas para llegar a un punto de equilibrio. Puede haber muchísimas explicaciones desde múltiples enfoques que nos resolverían todas y cada una de las dudas. Sin embargo, es aquí donde vuelvo a retomar uno de mis planteamientos iniciales, la vida está para vivirse, para disfrutarse, el problema está en el hecho de que en algunas ocasiones nuestros actos pueden afectarnos de manera seria a nosotros mismos o a terceras personas.

Queramos o no, a todos y a cada uno de nosotros nos influyen factores biológicos, psicológicos y sociales que nos llevan a pasar por múltiples circunstancias en las cuales reaccionamos o actuamos de cierta manera. 

Me vuelvo a hacer la misma pregunta que en la entrada anterior, ¿cómo puede existir un equilibrio?, ¿de qué dependerá realmente?

Referencia:
Finch, C. (s.f.). Los ocho indicadores de la crisis de la mediana edad en hombres. Recuperado el 8 de Marzo de 2013, de eHow en Español: http://www.ehowenespanol.com/ocho-indicadores-crisis-mediana-edad-hombres-info_118960/