lunes, 26 de mayo de 2014

Y en conclusión.. ¿Qué pasa con el YOLO?

Al ser la última publicación del Blog me gustaría hablar sobre mi opinión respecto al tema.

En lo personal, no considero que el YOLO sea una tendencia de moda ni positiva, ni negativa.

El YOLO como tal depende de la persona que la practica, de la forma en la que decide ejercer esta ideología. Como toda en la vida, cualquier acto que llevemos a cabo tendrá una consecuencia. Es en este punto en el cual es importante que cada uno se haga responsable de sus actos y de sus decisiones.

Vida sólo hay una, se debe aprovechar plenamente cada día de nuestra existencia. Considero que la diversión no tiene por qué estar peleada con la responsabilidad y si se toman las decisiones correctas en el momento idóneo, se puede llevar una vida feliz. 


Retomaré la frase que encabezaba mi Blog:

"Vive como si fueras a morir mañana... Pero aprende como si fueras a vivir para siempre"

sábado, 3 de mayo de 2014

¿Qué visión existe de la juventud?

En esta ocasión más que analizar un artículo quiero compartir la percepción que tengo acerca de la concepción que generalmente se le da a la juventud.

Experiencias personales me han llevado a darme cuenta que los estereotipos que existen de los jóvenes y sobre todo los prejuicios que ya son muy arraigados en la sociedad, nos llevan a estar etiquetados de fuerte manera.

En alguna ocasión alguna persona me dijo: "los jóvenes siempre vamos a llevar las de perder"; si en algún momento surgiera un conflicto con un adulto, seguramente el adolescente o joven sería etiquetado como el conflictivo revoltoso que sólo viene a ocasionar problemas.

Siempre habrá sus excepciones pero ¿será justa la concepción generalizada que se presenta en una parte considerable de la población acerca de la juventud?

Aquí les dejo un vídeo ejemplificando esta idea:


Mis experiencias me han llevado a darme cuenta que por más responsable y respetuoso que seas, si no coincides con el punto de vista de un adulto, que por cierto, considera que no estás a su nivel sólo por tener menos años, será como ir en contra de la corriente o luchar contra una pared.

Causan en algunos momentos cierto grado de frustración aquellas adultos que no nos consideran como personas capaces de tomar decisiones responsables y sobre todo, capaces de poder obtener grandes logros a pesar de la "corta edad".

Como en todo, es imposible generalizar. Habrán adultos que tengan una mente abierta, que dejen a un lado los prejuicios y que acepten que los jóvenes no somos una causa perdida y que podemos fomentar el desarrollo social y no sólo ocasionar problemas.

¿En algún momento han vivido una situación similar? ¿en qué contexto se ha presentado? ¿qué hicieron al respecto?

Referencia:

¿Qué opina la gente de la JUVENTUD de hoy? (8 de Agosto de 2012). Recuperado el 4 de Mayo de 2014, de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=2eHZTjeWJCs


domingo, 27 de abril de 2014

Rebeldía = Adolescencia ¿En serio?

Quién no ha escuchado en algún momento una frase estilo "ay, esos muchachitos rebeldes" o quién no se ha dado cuenta que una de las etiquetas de la adolescencia o juventud es la rebeldía y la falta de disciplina. 


Aquí les dejo un artículo bastante interesante sobre el adolescente rebelde y sus posibles causas.


Año 1991: Huele a espíritu adolescente. Nirvana, una banda de tres jóvenes de Seattle (Estados Unidos), convertiría su furia, confusiones y depresiones en sonidos destemplados. La música de Kurt, David y Krist, sería desde entonces el himno de los adolescentes; de quienes se sienten marginales, los que no acatan reglas y quieren volverse contra el orden. 

Los rebeldes -que pudimos ser todos-, no son exclusivos de un género musical ni de un grupo (¿no lo fueron también Túpac Amaru, Ghandi y hasta James Dean, con su mítico Rebelde sin causa?). Una vez, en la década de los noventa, el grunge (el género al que pertenecía Nirvana) fue la estrella, pero en otras, los protagonistas fueron el movimiento hippie, el punk, los líderes políticos o los religiosos. El elemento en común es la inconformidad. "La rebeldía, en su acepción básica, es oponerse a límites y normas preestablecidas", dice la psiquiatra clínica Olga Albornoz, presidenta de la Asociación colombiana de psiquiatría infantil.


Pero la rebeldía también es individual y puede atravesar las etapas de la vida y una cosa es sentirla en la adolescencia y otra en la adultez. Por eso, hay que saber cómo manejarla y hasta qué punto puede ser positiva o dañina.


 La adolescencia, ese trago amargo

Las respuestas breves de "sí" o "no". Las misteriosas conferencias telefónicas (o virtuales) en el cuarto con amigos anónimos. Un cabello verde y dos perforaciones en el rostro. Un genio difícil. Los cuestionamientos por todo y hacia todos. Una identidad que no se encuentra y la extrañeza de una época que no tiene ton ni son. Así es la rebeldía adolescente.


En este momento de la vida, este estado es tan normal como pasajero, pero puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza para los padres, cuando frente a una norma, reciben por parte de sus hijos reacciones como: "y si no lo hago, ¿qué?", "oblígueme" o "no lo voy a hacer". En estos casos, los adolescentes retan cualquier figura de autoridad, bien sea familiar o escolar, como es el caso de Andrés, de 17 años, quien, en palabras de su madre, Blanca, "ha sido complicado: en noveno, se escapó del colegio con dos compañeros. Las directivas me llamaron y a él lo hicieron firmar el observador, pero no pasó un mes cuando volvió a hacerlo. A él no le importó nada y siguió en las mismas".


Pero, ¿por qué lo hacen? "Algunos piensan que lo que quieren hacer es lo que deben hacer. Están en un proceso de individualización para constituirse en su propio ser y, por eso, quieren tener autonomía e independencia", explica la psicóloga especializada en el área de desarrollo Rocío González, de la Universidad de La Sabana. Es decir, la necesidad de saber quiénes son, cómo son y establecer su personalidad, se convierten en razones para desafiar las imposiciones. Así lo confirma Juan Mazuera, de 24 años, quien después de pasar temporadas sin asistir a clase, fumar, tomar e identificarse con los punks, dice que "lo hice por llamar la atención. De pronto uno es rebelde para ser identificado e identificarse en un contexto particular".


Estas actuaciones no son sanas cuando los argumentos no tienen sentido o están alejados de la realidad. Esto sucede a menudo en familias con una falta de organización jerárquica, con normas y límites difusos y/o injustos, que abonan el terreno para dificultades más grandes, pues es allí cuando "la rebeldía en un adolescente puede llegar hasta la delincuencia", como asegura Graciela Galán, psicóloga especializada en jóvenes de la Javeriana.



Frente a esto, las expertas recomiendan entablar un diálogo con los hijos y preguntarles por sus actuaciones y razones, así como establecer normas claras y justas. "Lo peor es un padre que ceda a las peticiones de su hijo todo el tiempo", afirma Galán; por esto se debe imponer la autoridad sin caer en excesos y eso se logra respetando las normas sin cambiarlas a diario.


Con la misma disposición y además del diálogo, la recomendación para los padres es que se involucren en la vida de sus hijos, teniendo en cuenta que sus conflictos, por pequeños que parezcan, pueden ser cruciales en su entorno. "Nunca se deben desvalorizar sus problemas. Algunos padres les dicen a sus hijos que no pasa nada o que no importa, pero para ellos puede ser vital", explica Graciela Galán.


Perderse de una fiesta o hasta un mal corte de cabello, son trascendentales en la vida social de un adolescente; por eso, la comprensión y la paciencia deben ser aliados para los padres a la hora de ayudarles a enfrentar sus problemas.


Pero ojo -y esta es una regla de oro-: nunca se debe fisgonear o invadir espacios personales, pues ellos se sentirán perseguidos y su reacción será actuar con más rebeldía.


¿Y si la rebeldía es rebelión? Si un adolescente se escapa de la casa a pesar de un "no" rotundo; deja de asistir a clases porque "no se le da la gana ir"; si miente, comete actos delictivos y, en definitiva, está fuera de control, las medidas deben ser más radicales y padres e hijos deben consultar un especialista, que haga una evaluación psicológica para encontrar qué lo llevó a ese estado y descubra en qué radica la resistencia a la autoridad. Lo más importante en este momento, es que los padres estén dispuestos a trabajar para mejorar la situación y que acepten que necesitan una ayuda profesional.


Rebeldía positiva
¿Ir contra la corriente puede ser bueno? Que lo diga un adolescente: "La rebeldía sirve para que escuchen inconformidades o injusticias, sin usar métodos violentos", asegura Camilo Álvarez, de 17 años.
Cuando hay un acompañamiento de los padres, la rebeldía trae consecuencias positivas para los hijos, porque forman su carácter, aprenden a argumentar y a establecer un punto de vista válido. En otras palabras, ayuda a solidificar su personalidad y a defender sus convicciones.


Es por eso que, cuando los padres deban enfrentar los retos que impone un hijo adolescente, lo aconsejable es que no entren en pánico ni respondan con duras represiones, sino que "analicen de qué se trata y establezcan que hay cosas negociables y no negociables. Deben hacer que sus hijos entiendan cuándo no se pueden cambiar reglas", afirma Albornoz.



Pues, como dijo el dramaturgo y poeta noruego, Henrik Ibsen, "un verdadero espíritu de rebeldía es aquel que busca la felicidad en esta vida" y ese es el saludable.

Este artículo me pareció bastante interesante ya que es un resumen muy completo sobre las causas del comportamiento rebelde del adolescente. Tocaron un punto muy importante, también hay adultos rebeldes.

En los últimos días me ha causado bastante impresión ver cómo ciertas personas que se dicen ser "maduras" llevan a cabo actos en los cuales tienen un comportamiento más irresponsable que algunos jóvenes.

¿Qué tanto puede afectar que las personas adultas estén tomando una tendencia YOLO intensa? ¿Qué tan malo podría ser que un adulto viva como joven y no respete ningún límite?

Ya en algún momento habíamos mencionado las diferentes crisis de la vida. Por experiencias personales me he dado cuenta que está situación cada vez se vuelve más frecuente. He vivido experiencias en las cuales "adultos" con mentalidad YOLO, llevan a cabo actos que repercuten en la vida de los demás sin tener en consideración las consecuencias.


¿Qué estará causando estas situaciones? ¿A caso será la influencia social? ¿Serán cuestiones de su vida personal no superadas?

Mi conclusión es que la persona que abusa de su libertad y que se desvía con el pretexto de "disfrutar el día a día" y llega a dañar a terceras personas, es una persona que quizás no tenga respeto hacia su propia vida o hacia la vida de los demás. Y es ahí cuando la filosofía YOLO se lleva a un extremo negativo.

Referencia:

¿Por qué ir contra la corriente? Las razones de la rebeldía juvenil. (s.f.). Recuperado el 26 de Abril de 2014, de El tiempo: http://m.eltiempo.com/carrusel/contra-la-corriente-la-rebelda/9712183


domingo, 6 de abril de 2014

Ekis, somos chavos, NO PASA NADA.

Para comenzar esta entrada les dejo una definición de tendencia psicoanalista sobre uno de los pensamientos más cotidianos y frecuentes de las personas que viven el YOLO al máximo: 

NO PASA NADA: Muchos adolescentes responden de este modo a cualquier modulación en el diálogo, a cualquier pregunta, frente a cualquier evocación. El "no pasa nada" aparece en primera instancia y más frecuentemente como una frase que pretende describir la relación entre una acción y sus consecuencias, habitualmente en un intento de desmentida del riesgo puesto en juego. 

Todo eso se podría resumir con otra frase que se ha vuelto muy popular: "ekis, somos chavos". Me llevo la camioneta de mi papá, me alcoholizo super recio y choco contra un semáforo: "ekis, somos chavos". 


Pareciera ser que en algunos casos, no existe ningún límite cuando se trata de "vivir el momento". Pareciera ser que nunca va a pasar nada, ya que los jóvenes somos inmortales y simplemente todo lo que vemos en las noticias son cosas que a nosotros no nos pueden pasar. ¿Verdad?

-Cada año mueren más de 2,6 millones de jóvenes de 10 a 24 años por causas prevenibles.

-Cada año dan a luz aproximadamente 16 millones de mujeres adolescentes de 15 a 19 años.

-Los jóvenes de 15 a 24 años representaron el 40% de todos los casos nuevos de infección por VIH registrados entre los adultos en 2009.

-En el periodo de un año, aproximadamente el 20% de los adolescentes sufren un problema de salud mental, como depresión o ansiedad.

-Se estima que unos 150 millones de jóvenes consumen tabaco.

-Cada día mueren aproximadamente 430 jóvenes de 10 a 24 años a causa de la violencia interpersonal.

-Se estima que los traumatismos causados por el tránsito provocan la muerte de unos 700 jóvenes cada día.
(OMS, 2011)






Al parecer los autores del "ekis, somos chavos" no revisaron ese artículo de la OMS. ¿Qué conductas de riesgo se presentan en el momento en que un joven decide vivir al máximo su vida sin ningún tipo de precaución?

Embarazos y partos precoces
Cada año dan a luz unos 16 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años, lo que supone aproximadamente un 11% de todos los nacimientos registrados en el mundo. La gran mayoría de esos nacimientos se producen en países en desarrollo. El riesgo de morir por causas relacionadas con el embarazo es mucho mayor en las adolescentes que en las mujeres mayores. Cuanto más joven la adolescente, mayor es el riesgo. 

VIH
En 2009 la población de 15 a 24 años sufrió aproximadamente el 40% de los casos de infecciones nuevas por VIH registrados entre los adultos en todo el mundo. Cada día se contagian 2400 jóvenes, y a nivel mundial hay más de 5 millones de jóvenes afectados por el VIH/sida. 

Salud mental
En un año cualquiera, aproximadamente el 20% de los adolescentes padecen un problema de salud mental, como depresión o ansiedad. El riesgo se incrementa cuando concurren experiencias de violencia, humillación, disminución de la estima y pobreza, y el suicidio es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes. 

Consumo de tabaco
La gran mayoría de los consumidores de tabaco que hay el mundo adquirieron el hábito en su adolescencia. Se estima en unos 150 millones los jóvenes que consumen tabaco actualmente, y esa cifra está aumentando a nivel mundial, especialmente entre las mujeres jóvenes. La mitad de esos consumidores morirán prematuramente como consecuencia de ello. 

Uso nocivo del alcohol
Motivo de creciente preocupación en numerosos países, el uso nocivo del alcohol entre los jóvenes reduce el autocontrol y aumenta las conductas de riesgo. Es una causa fundamental de traumatismos (en particular de los causados por el tránsito), violencia (especialmente violencia doméstica) y muertes prematuras. 

Violencia
La violencia es una de las principales causas de defunción entre los jóvenes, sobre todo entre los varones: se estima que cada día mueren 430 jóvenes de 10 a 24 años a causa de la violencia interpersonal. Por cada muerte, se calcula que entre 20 y 40 jóvenes necesitan tratamiento hospitalario por una lesión relacionada con la violencia.

Traumatismos
Los traumatismos involuntarios son la principal causa de muerte y discapacidad entre los jóvenes. Los traumatismos causados por el tránsito se cobran la vida nada menos que de unos 700 jóvenes cada día. 


¿Qué tienen que ver estas conductas de riesgo con el YOLO?
Si una persona no piensa en las consecuencias de sus actos y se deja llevar por el momento toma muchos riesgos: relaciones sexuales sin protección, consumo excesivo de alcohol, tabaco y drogas, irse de fiesta y pelearse con medio mundo por razones injustificables, manejar a 160 km por hora en una ruta en la cual se tiene que ir a 80 km por hora. Todo esto trae CONSECUENCIAS. 

Estoy completamente convencida que realmente se puede disfrutar de la juventud al máximo, pero las decisiones que se cruzan en el camino son de vital importancia. Presión social, falta de conciencia y algunas modas ponen una barrera para que muchos jóvenes se tomen aunque sea un segundo de su tiempo para reflexionar sobre lo que están haciendo de su vida y las consecuencias que les pueden generar tales actos.

¿Qué propuesta aportarías?

Referencias:

Riesgos para la salud de los jóvenes. (Agosto de 2011). Recuperado el 6 de Abril de 2014, de Organización Mundial de la Salud: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs345/es/
Slucki, D., & Wikinski, M. (15 de Febrero de 2011). No pasa nada. Recuperado el 6 de Abril de 2014, de Colegio de Psicoanalistas:http://www.colegiodepsicoanalistas.com/biblioteca-virtual/leer/?id=34

sábado, 29 de marzo de 2014

NO... ¡Tú eres el Mirrey!

En esta ocasión decidí ponerles un ejemplo bastante popular sobre la ideología YOLO mezclada con otras modas que han tenido gran auge en los últimos tiempos.

Pues como ya se habrán imaginado, hoy les hablaré de los "Mirreyes" y de las "Lobukis".

Aquí les dejo un artículo que me pareció bastante interesante y divertido para contextualizarlos sobre este fenómeno. 

Los mirreyes son chicos que antes se consideraban  como los Jr. o los hijos de papi, solo que este nuevo nombre es debido a que son chicos consentidos que obtienen todo lo que quieren y se la viven  gastando  dinero, podemos decir que es una evolución del metrosexual, mezclado con un chico de clase acomodada. Su contraparte femenina es llamada Lobuki, pero es posible escuchar términos como lobsters, lobas, lobeibis, lobeznas, todas las palabras nacen de una: Loba.


En cuanto la moda, es algo clásico, hay que resaltar que son conocedores de lujo por excelencia, y gustan de vestir prendas exclusivas así tipo Polo, YSL, High End, Gucci, entre otras  y para aclarares necesario saber que NO es regla que sean guapos, ya que los feos con dinero también están en esta categoría. Los veras bajando de hermosos carros ultimo modelo para entrar al antruki con camisas desabrochadas para enseñar el pecho, mostrando la hebilla del cinturón y ojo, no son muy fans de usar jeans pues prefieren lindos pantalones de vestir.

En cambio las chicas lobukis, lucen su look antrero siempre, podría suponer que tienen resistencia sobre humana para el frio  y es en serio, pues en pleno invierno  es posible que las encuentres con los tacones de aguja, su minifalda  pegadita, un super top…. y nada mas. Estas chicas siempre visten lo ultimo y si  resumimos su estilo en tres palabras serian: super chic fashion. 

Nota: El sello de reconocimiento en sus fotografías la famosa duckface que por un tiempo solo usaban las chicas junto con una toma en picada para verse mas esbeltas, y tanto los mirreyes como lobukis los usan indiscriminadamente.



Gustan de beber champagne, a la cual le dicen Champu y esta tiene que ser de preferencia marca Moet, su vocabulario es tipo spanglish pero con más onda . Entre su vocabulario a usar favorito podemos encontrar las siguientes frases:

-Papahw (como suelen llamarse entre ellos, que proviene de la deformación de la palabra papá, y el acento fresa de antaño)

-No, tú eres el mirrey (uno elevando el ego a otro pues ser mirrey, es todo un privilegio)
-Daddy paga (dando la american express de papa)
-Vamos al antruki/fiestuki (agregar la sigla ki al final para dar estilo, no hay otra explicación)


Toda esta moda nace en el bajo mundo de Tumblr en el 2011, con un blog llamado el mirrreybook  donde la gente en un principio mandaba la foto en un tono de burla hacia este sector social, pero posteriormente tuvo una buena acogida y hoy te puedes encontrar las fotos de sus vacaciones,  de sus automóviles de lujo, su Moet, lobukis y de ellos mismos con su duckface. En resumen estos chicos viven la pura buena onda gastando dinero, siendo rebeldes y felices solo esperemos que les dure para…. ¡¡Más Moet papahw!!


Seguramente en algún momento hemos conocido a un Mirrey, a una Lobuki, o a un pseudo Mirrey o pseudo Lobuki. ¿Qué tienen que ver con el YOLO? Pues resulta que estos distinguidos personajes, también llevan una vida en donde la diversión y los excesos se viven de manera intensa. Como ya se mencionó con anterioridad, aparentemente estas personas cuentan con los recursos económicos necesarios para irse de fiesta a cualquier país del mundo, darse el lujo que quieran y vivir al límite cada día de sus existencias. También parece ser, que hay muchos aficionados que los admiran tanto que lo que buscan es ser idénticos a ellos. 

Con este punto quería abrir la perspectiva sobre el "YOLO"; no sólo se trata de una expresión, sino que es un estilo de vida cuya ideología se ve en otros fenómenos que aunque reciban diferentes nombres, en esencia persiguen el mismo fin y pueden traer las mismas repercusiones en la vida de las personas que no actúan de manera responsable.

¿Qué otro fenómeno conocen que podría tener una perspectiva YOLO?


Referencia:

Cultura pop, los Mirreyes y Lobukis "papahw". (10 de Mayo de 2013). Recuperado el 29 de Marzo de 2014, de ARTES9: http://artes9.com/2013/05/10/cultura-pop-los-mirreyes-y-lobukis-papahw/

domingo, 23 de marzo de 2014

Hijo de tigre pintito... ¿O cómo era?

"Seguramente... Sus papás ni le hacen caso" 
"Sus papás le han de dar el mismo ejemplo"


La pregunta del día de hoy es, ¿qué tan malo es que no exista comunicación entre los jóvenes y sus padres?

¿A caso este aspecto tendrá influencia en su tendencia YOLO excesiva que en algunos casos puede llegar a la total imprudencia?

A continuación les dejo unos puntos de un artículo que encontré.

LAS RAZONES DE LOS SILENCIOS DE LOS HIJOS

“No me entienden”

Muchos jóvenes están convencidos de que sus padres son incapaces de ponerse en su piel y no entenderían lo que pasa por su cabeza o lo que sienten. 


“Se enfadan” 

Con frecuencia los hijos no cuentan cosas porque piensan que serán sancionados por ello o que les impondrán prohibiciones y les recortarán libertades. Muchos ven en el silencio una salida para no tener que escuchar broncas ni sermones o ser sometidos a un interrogatorio.

“Por vergüenza”

Algunos jóvenes prefieren no compartir conductas o sentimientos con sus padres por temor a ser ridiculizados, por pudor y falta de confianza, o porque no quieren ser juzgados por ellos.

“No me toman en serio”

Otra de las razones aducidas por los jóvenes para no hablar de su vida privada es que sus padres restan importancia a sus emociones, le responden con que no piense en tonterías o que todavía es muy pequeño.

“Para que no se ­entrometan”

Algunos hijos levantan barreras de privacidad porque quieren hacer cosas por ellos mismos o para evitar que sus padres se apresuren a ofrecer una solución a sus problemas, hagan críticas precipitadas a sus decisiones, o intervengan en los conflictos o relaciones con sus amigos.

“Son unos indiscretos” 

La falta de discreción de los padres es otra de las razones que aducen los jóvenes para no confiarles cuestiones que consideran íntimas o privadas. Hay padres que no dan relevancia a la intimidad de sus hijos y comentan las confidencias que les han hecho con otros miembros de la familia, con compañeros del trabajo, con amigos.

“Para no preocuparles”

A veces los silencios de los hijos son un intento de proteger a los padres de un disgusto, bien porque se sienten culpables de haber hecho algo que no debían, bien porque los ven frágiles o estresados. Esta es la razón aducida a menudo para no hablar sobre las nuevas parejas de los padres separados. A veces también ocultan sus propias tristezas o las discusiones con los amigos “para no causarles pena”.

“Para no decepcionarles”

Hay jóvenes que no cuentan a sus padres todos aquellos aspectos de su vida que puedan enturbiar el concepto que tienen de ellos, la imagen de hijo idílico, responsable o decidido.

“No tengo confianza”

Hay chicos que consideran que la comunicación con sus padres está restringida a los grandes problemas y los grandes discursos y no tienen confianza para hablar de lo que consideran intrascendente.



 LAS RAZONES POR LAS QUE CALLAN LOS PADRES

“Para no preocuparles” 

El sentido de protección lleva a muchos padres a silenciar todos aquellos problemas, deudas, enfermedades o asuntos que consideran que pueden causar sufrimiento a los hijos.


“Es mi intimidad”

Muchos padres no hablan a sus hijos de la parte de su vida que no comparten con ellos o que no les atañe directamente. Pueden ser cuestiones laborales, sentimentales, enfermedades.


“No son temas adecuados a su edad”

Hay temas que padres y madres no comentan con sus hijos convencidos de que no los comprenderán o porque consideran que no son adecuados para su educación o para las convicciones ideológicas y culturales que tratan de transmitirles. En unos casos pueden ser problemas legales, de pareja, de trabajo, conflictos familiares.


“Para no transmitirles inseguridad”

 Hay padres que silencian sus miedos, preocupaciones o debilidades para no transmitir inseguridad y que no tienen el control absoluto de sus vidas.


“Por su indiscreción”

A veces los padres callan algunas cuestiones porque temen que los hijos hablen de ello fuera de casa y quieren proteger su imagen o la de la familia.


“Por temor a no ser un buen ejemplo”

Con frecuencia padres y madres callan cosas que consideran vergonzantes, sus fracasos o sus gamberradas de juventud por temor a no ser un buen ejemplo para sus hijos o para evitar que estos las utilicen para justificar sus propias malas conductas.


"Para no crear mal ­ambiente”

Muchos silencios relacionados con los problemas de pareja o con conflictos familiares buscan eludir tensiones añadidas con los hijos.


“Para no lastrar sus relaciones”

Hay padres y madres que se callan problemas familiares o conflictos con amigos para no influir en los posicionamientos de los hijos.




En una entrada anterior, hablábamos sobre la importancia del apoyo familiar. Mencionamos que el adolescente está en un proceso que lo llevará a formar su identidad, en el cual está afrontando múltiples cambios físicos y psicológicos que también conllevan efectos en su vida social. Los padres pasan a segundo término y son sus amistades quienes toman un papel fundamental y trascendental en sus vidas.

Una completa falta de comunicación entre padres e hijos sólo llevará al adolescente a presentar conductas de riesgo que pueden alterar de manera importante tanto su bienestar personal, como el bienestar familiar. 

Es importante NO GENERALIZAR. Es decir, si se está viendo que un adolescente o un joven está presentando ciertas conductas que implican un riesgo tanto para sí mismo, como para los demás, sería poco objetivo que desde un principio se culpara directamente a los padres. Como siempre, cada caso tendrá sus propias causas y mostrará ciertas variaciones; No hay que dejar de lado el hecho de que si un adolescente o un joven siente que cuenta con el apoyo incondicional de sus padres y se genera un ambiente de confianza, podrían evitarse ciertos problemas que en muchas ocasiones se llevan a cabo por la falta de comunicación.

En esta época, es muy difícil que ambos padres puedan estar al pendiente las 24 horas del día de sus hijos y si fuera así, tampoco sería del todo benéfico porque el hecho de sobre-proteger a la descendencia tampoco es una buena medida. Sin embargo, yo estoy a favor de que los padres hablen con sus hijos de manera clara, explicándoles que sus actos conllevan siempre a producir consecuencias que ellos mismos tendrán que afrontar, tanto positivas como negativas. Es importante que permitan que sus hijos formen su propio criterio y se hagan responsables de sus actos y entonces, quizás muchas de las conductas que se hacían por simple rebeldía o en algunas ocasiones para llamar la atención, disminuyan.

Otro aspecto importante es el hecho de que no le puedes pedir a tu hijo algo que tú como padre no estás haciendo. 


Sería bastante confuso para el adolescente o joven, que sus padres le estuvieran dando una clase de ejemplo y a la vez le pidieran que hiciera algo completamente diferente. Considero que es muy importante la congruencia entre lo que se dice y lo que se hace. Aunque los padres lleven a cabo discursos filosóficos de miles de horas, no funcionará de nada si llegan a sus casas alcoholizados y drogados.

El objetivo en este caso no es juzgar a los padres, sino aclarar que hay ciertas cosas que se pueden prevenir con el simple hecho de mantener una buena comunicación. Si ya en algún momento se les brindó educación y un ejemplo congruente, la responsabilidad ya recae en cada uno de los jóvenes que está decidiendo cuál es el rumbo que quieren para su vida. 

Referencia:
Rius, M. (10 de Enero de 2014). La falta de comunicación entre padres e hijos. Recuperado el 23 de Marzo de 2014, de La Vanguardia: http://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20140110/54397962320/la-falta-de-comunicacion-entre-padres-e-hijos.html